E-Learning y sus otras miradas: una perspectiva social

Del E-learning y sus otras miradas: una perspectiva social 

Con la llegada de las tecnologías y su implementación de forma más o menos masiva en los contextos y las prácticas educativas, han surgido narrativas que exaltan Internet y sus múltiples posibilidades de salvación. El problema de esta nueva perspectiva es que en la mayoría de los casos únicamente se centra en la dimensión tecnológica y se olvida de su dimensión social. La propuesta de este artículo es situar, a partir de la revisión de textos y contextos, otras posibilidades de mirar el e- learning. Hoy en día presenciamos constantemente el crecimiento y la implantación de las denominadas tecnologías de la información y la comunicación en el tejido social, su implementación en un gran número de contextos y situaciones, y su adopción y uso por parte de determi- nados grupos. Esto incluye un amplio espectro de elementos, que van desde comunicaciones interactivas y multimedia o diseños de apoyos computerizados, hasta la denominada autopista de la información o las tecno- logías electrónicas de vigilancia o de consumo. A menudo, estas tecnologías han sido vistas como auténticos baluartes de un cambio radical de alcance planetario y sin precedentes. Vayamos más allá. La aceptación fatalista del cambio enturbia y ensombrece un gran número de interro- gantes que deberíamos considerar para comprender lo que se dirime hoy en día. ¿Qué sabemos de dichos cambios?, ¿cómo nos están afectando?, ¿notamos ya esos cambios?, ¿hacia dónde se dirigen?, ¿nos afectan a todos La apuesta es convertir la educación a distancia en una educación sin distancia, democrática y adaptada a cada uno, impartida en todas partes y sin exclusiones. Hoy vivimos en un mundo de «inforrutas» y de «infogrutas». ¿Cómo podemos integrar a los marginados de las autopistas de la información? Federico Mayor Zaragoza . por igual?, ¿son todas nuestras realidades las que se han transformado?, concretamente ¿qué ha cambiado? Y lo más importante: ¿qué hacer, hacia dónde orientar nuestras sociedades? Interrogantes como éstos están aún lejos de ser despejados, y lo más descorazonador: algunos de ellos están incluso lejos de ser formulados. Contrariamente a lo que parece lógico, la eclosión, masiva e importante, de estos dispositivos tecnológicos, así como las promesas y cambios que se les asocia, no nos ha llevado a preguntarnos seriamente por sus efectos y consecuencias sociales. Así, nos olvidamos de un debate sobre los efectos y consecuencias concretas de estos cambios; nos alejamos de reflexiones sobre las funciones sociales que se abren y se cierran con dichos cambios, sobre su imbricación con prácticas añejas. Nos olvidamos, pues, de su pátina social, de su expresión localizada y contextual, de su anclaje. Y con ello nos olvidamos de la insoslayable dimensión social y política de los cambios tecnológicos que vivimos. Y lo más importante, nos olvidamos de decidir, de orientar dichos cambios en relación con las necesidades y proyectos que pueden conducirnos a una sociedad más justa y responsable. De este modo, y frente al discurso excesivamente publici- tario y triunfalista sobre las posibilidades que abren las tecnologías educativas, es bueno tomar en consideración su dimensión social. Es necesario recoger un acerbo importante de prácticas, ejemplos y realidades capaces de articular un sentir y un sentido común sobre la necesidad, la idoneidad del e-learning para el desarrollo, la mejora y la innovación de nuestras empresas, organi- zaciones, sociedades, o para la formación, sin prece- dentes, constante y de calidad de nuestros ciudadanos. Superar este olvido no será fácil. Atronadoramente, desde los altavoces publicitarios que nos circundan se repite por doquier que la educación ya no volverá a ser igual. Los apologetas del cambio social no entienden de matices, y más que anunciar una realidad confunden el diagnóstico con el deseo, las circunstancias con la voluntad, el análisis con la representación interesada. Son múltiples las miradas que pueden dirigirse al e-learning y muchas las perspectivas y enfoques que de ellas se desprenden. Si partimos de la definición que en 2004 da la E- Learning Europe de e- learning como el «uso de las nuevas tecnologías multimedia y de Internet para mejorar la calidad del aprendizaje mediante el acceso a recursos y servicios, y a colaboraciones e intercambios a larga distancia», nos damos cuenta de que se pone un especial énfasis, por una parte, en la tecnología y su uso, y por otra en los procesos de aprendizaje. Para el grupo de E-Learning de la NSCA, el e-learning «es la adquisición y el uso de conocimiento distribuido y facilitado básicamente por medios electrónicos El e-learning puede adquirir el formato de curso, de módulo o de objetos de apren- dizaje menores y puede incorporar un acceso síncrono o asíncrono y distribuirse geográficamente con una variedad de tiempo limitada» . Teniendo en cuenta esta perspectiva se hace necesaria la exploración de la perspectiva social del e-learning. La mirada social al e-learning forma parte de lo que podríamos denominar el compromiso de la universidad en la transformación de la sociedad. Para romper con esta ontología binaria es necesario un acercamiento, y por eso creemos que no es posible el desarrollo de modelos formativos desde el e-learning que den la espalda a su dimensión social. La integración de los ciudadanos en la sociedad de la información es uno de los objetivos prioritarios de la nueva estrategia de inclusión social de la Unión Europea. Allí se afirma que «la integración en la sociedad de la información es uno de los primeros objetivos de la nueva estrategia para la inclusión social, que pivota sobre las dos dimensiones.  Se trata de explotar plenamente el potencial de la sociedad de la información y de las nuevas tecnologías de la formación y de la comunicación procurando que nadie quede al margen». Esta dimensión social del e-learning debe contemplar necesariamente la prevención de la doble exclusión. Si las estructuras universitarias se construyen de espaldas a lo que sucede en la sociedad, difícilmente podrán man- tener vínculos reales con ella. Y si las investigaciones que la universidad lleva a cabo tienen a la sociedad por objeto, desde un punto de vista ético, la universidad y la producción de saber deberán repercutir directamente en la mejora de las condiciones de vida de los ciudada- nos. En este sentido nos parece necesario situar la investigación sobre el e-learning y su perspectiva social. Podríamos dividir las investigaciones que se llevan a cabo sobre e-learning en dos niveles, que a su vez pueden subdividirse en otros dos. El resultado de la ontología sería el siguiente:   LAS UNIVERSIDADES Y EL COMPROMISO SOCIAL DESDE EL E-LEARNING  Acabamos de analizar los aspectos ligados a la investigación que se desarrolla desde las universidades, pero también desde otras plataformas sobre temas de e- learning y la poca repercusión de sus resultados en la transformación de la sociedad para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Más allá de los aspectos centrados en la investigación entendemos que la universidad debe implicarse en la sociedad, y una forma clara de hacerlo es a través del e-learning. Para ello nos parece necesario partir de los supuestos que algunos 5 A nivel de ejemplo los autores de este capítulo forman parte del grupo de investigación Educación y Sociedad Red del Internet Interdisciplinary Institute de la Universitat Oberta de Catalunya. La equidad y el e-learning Al analizar las oportunidades de los sujetos, la mirada transversal lanzada desde el e-learning nos abre otros puntos y perspectivas de trabajo. La fragmentación de la sociedad, en lo que algunos autores denominan la digital divide, ha articulado nuevos ejes que designan nuevas formas de inclusión y de exclusión . Lo social, ni tiene por qué corresponderse en el plano real con lo digital ni en el plano virtual con lo social. Aparecen nuevas situaciones en las que los sujetos se encuentran aislados, arrinconados y marginados de la sociedad de la información.  En este análisis también a menudo se ha planteado una mirada estrictamente tecnológica y se ha dejado de lado la mirada social. Por lo tanto, no se trata de luchar contra esta nueva forma sofisticada de exclusión a través de tecnología, únicamente. Lifelong learning Uno de los aspectos que transforma de manera radical el uso y las funciones e implicaciones del e-learning es lo que se ha designado como el nuevo paradigma pedagó- gico de educación a lo largo de la vida . La sociedad del aprendizaje lleva inherente la necesidad continua de formarse.  La educación, y todavía más entendida desde los parámetros del e- learning, se encuentra más allá de los formatos que marcan las edades. En el nuevo paradigma pedagógico de la educación a lo largo de la vida, toda la sociedad está sujeta a un proceso permanente de aprendizaje. Esta nueva dimensión pone en juego nuevas formas, nuevas implicaciones y, efectivamente, nuevas relaciones sociales. Empowerment y e-learning En algunas pedagogías, el educador, el profesor, el experto es el que ostenta el poder absoluto, en lo que a saber se refiere, pero también en el control de las relaciones.  El e-learning puede desestabilizar esta pedago- gía y proponer nuevas estructuras de saber y nuevas relaciones. La clave para entender y cambiar esta dimensión es el empowerment. Y junto a la palabra empowerment encontramos la acción de la participación. La participación social puede llegar a sus máximas cotas a través de prácticas como el e-learning.  Motivar para transformar La tecnología, Internet y sus usos con determinados colectivos desembocan a veces en situaciones estériles. A menudo proponemos acercamientos desde la dimensión hard/tecno, pero nos olvidamos de su dimensión sociopersonal. Son preguntas clave necesarias para que Internet, y de forma paralela el e-learning, no se conviertan en fracasos antes de iniciar el trayecto. Uno de los problemas que presenta el e-learning con determinados colectivos es el tema de la motivación.  Se les proponen cursos y accesos a la tecnología, pero desprovistos de un enclave que les motive más allá de su uso pragmático. " Internet como herramienta para la actuación colectiva". El autor nos narra justamente la experiencia de un grupo de mujeres afroamericanas que a través de Internet y la tecnología consiguieron «salvar» el barrio en el que vivían, frente a la propuesta de la adminis- tración local de derrumbar las viviendas. Sujetos comprometidos en red El tema del compromiso, o si se quiere la práctica de vivir comprometidos, no sabemos hasta qué punto ha dejado de ser un discurso que interesa a la ciudadanía.  Más allá de lo posible y lo real es necesario creer en el compromiso de los sujetos a través de prácticas de e- learning. El e-learning, y más si nos centramos en su dimensión social, es compromiso. No podemos ver los toros desde la barrera, sino que es necesario «mojarse» en la relación con otros sujetos. Hemos optado por centrar- nos en dos experiencias de compromiso y e-learning.  11 Se trata de un proyecto de «e-learning solidario» que pretende, tal como se afirma en la misión de la organización, «ayudar a mejorar el mundo proporcio- nando los instrumentos tecnológicos adecuados a las organizaciones que trabajan para resolver los problemas de nuestra sociedad . Las nuevas tecnologías son la clave de una mayor eficiencia de estas organizaciones». 12 El proyecto se inició en 2003 con un curso piloto en línea www.uoc.edu/rusc en Guatemala, México y Santo Domingo en el que se formó a maestros y profesores en el uso de las nuevas tecnologías. Para ello se creó el curso de posgrado conjuntamente con la Escuela Universitaria de Educación Social de la Universidad Ramon Llull de Barcelona.  El problema apareció cuando se dieron cuenta de las dificultades del colectivo de estudiantes para acceder a los ordenadores y a Internet. Las dos experiencias ponen en juego diferentes niveles de compromiso en red. De las organizaciones con dife- rentes colectivos, de los profesionales, de los voluntarios digitales, de los sujetos participantes en proyectos de e- learning, etc... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario